Free the Ball

A primera vista, Free the Ball puede parecer otro juego de ingenio más. Pero al comenzar a deslizar los bloques, quedé atrapado en un bucle de satisfacción cerebral. Organizar el camino para que las bolas alcancen sus destinos es un ejercicio divertidísimo y mentiroso, porque cuando crees tenerlo, ¡zas! El nivel te desafía una vez más. Al igual que yo, otros jugadores comentan que la cantidad de anuncios puede ser molestosa, pero eso es casi un incentivo para mejorar y ganar sin interrupciones.

Pros: El diseño de niveles es genial y con más de 3000 retos, ¡hay diversión para rato! Además, me encantó la evolución de la dificultad; cada nivel nuevo es un puzle más intrigante que el anterior. Cons: A pesar de ser disfrutable, hay momentos en los que los anuncios pueden interrumpir la experiencia, y aunque algunos jugadores ofrecen trucos para evitarlos, sería ideal tener un poco menos de publicidad.

En definitiva, Free the Ball es ese juego que te reta, te frustra y te hace regresar por más. Es fácil ver por qué otros jugadores le han dado valoraciones altas. Al fin y al cabo, ¿quién puede resistirse a la delicia de ver una bola llegar a su destino después de tantos deslizamientos estratégicos?