Quento

Confieso que cuando escuché hablar de Quento, no esperaba que un juego de matemáticas lograra mantenerme entretenido por horas. Pero, ¡vaya sorpresa me llevé! Al principio, la idea de mejorar mi calculo mental no sonaba precisamente como mi plan de entretenimiento ideal para un viernes por la noche, pero me di la oportunidad de sumergirme entre sus números y operaciones matemáticas, y me encontré regresando una y otra vez para superar cada nivel.

Combina hábilmente la estrategia con la matemática, desafiando a observar con detenimiento los números y signos para alcanzar el resultado propuesto en la parte de arriba. Y sí, tal como promete, cada nivel aumenta la dificultad de manera astuta. Pese a ello, el diseño intuitivo y los controles sencillos permiten que hasta los menos 'amigos de las matemáticas' puedan disfrutar y avanzar satisfactoriamente.

Como anécdota personal, un nivel en particular casi me hace arrojar el ratón por la habitación, pero en el buen sentido. La sensación de victoria al superarlo fue genuina. En foros y redes sociales, he visto a otros jugadores compartir ese sentir de triunfo y frustración a partes iguales, dándote cuenta de que Quento logra ese balance exquisito entre reto y diversión.

Si buscan un juego que les haga darle un buen ejercicio al cerebro sin dejar de divertirse, definitivamente Quento es una opción acertada. Como reza el dicho: es una risa hasta que las matemáticas se complican, ¡y vaya si Quento sabe cómo hacerlo!