Adentrándome en el misterioso mundo de Mahjongg: Alchemy, me encuentro con una renovada experiencia del clásico mahjong. Con fichas que llevan grabados singulares y una paleta de colores que destaca en la pantalla, el juego ofrece una calidad gráfica que sin duda captura la atención desde el primer momento.

La dinámica es intuitiva, sacar parejas de fichas para despejar el tablero se siente fluido y a la vez desafiante. A veces me vi buscando mi progreso, una función que, según otros jugadores, podría ser más visible. Pero en general, la partida es absorbente y adecuada para quien busca ejercitar la mente con calma.

Aunque algunos comentarios mencionan que les gustaría ver dónde está su progreso, la esencia del juego y su ejecución mantienen su encanto. En resumen, Mahjongg: Alchemy logra esa balance entre tradition y novedad, ideal para los entusiastas del género.