Tras haber pasado un buen rato con Snail Bob 3, la experiencia ha sido mixta. La premisa de ayudar a Bob, el caracol, a escapar del desierto cautiva desde el inicio. Los escenarios inspirados en Egipto y sus múltiples peligros añaden emoción al juego. No obstante, como mencionan algunos usuarios, el juego puede no impresionar a todo el mundo.

El diseño de niveles es inteligente y desafiante justo en su medida, aunque a veces los controles pueden sentirse un poco torpes. Si bien es entretenido, quizá carece de esa chispa que te invita a jugar sin parar. Además, aunque algunos niveles son bastante creativos, otros pueden resultar repetitivos.

En resumen, Snail Bob 3 es un pasatiempo adecuado si buscas algo sencillo y no demasiado exigente. Solo preparate para ayudar a nuestro amigo caracol a sortear más de una pirámide y algún que otro momento desértico que podría hacerte sudar más que a una cobra en un salón de baile.