Pocket Drift

Tras pasar horas probando Pocket Drift, tengo que decir que su propuesta de conducción con un toque arcade es realmente adictiva. La esencia del juego recae en el arte del derrape, algo que suena más fácil de lo que realmente es. La perspectiva isométrica ofrece un desafío visual interesante que pone a prueba tus reflejos y precisión en cada curva cerrada.

Si bien controlar la velocidad antes de cada derrape es crucial para evitar estrellarte, la mecánica es sencilla: desliza tu dedo para seguir la trayectoria sin dañar tu vehículo. Con 5 coches únicos y 5 pistas variadas, la diversión parece no tener fin. Y es que muchos jugadores coinciden en que esta mezcla de simplicidad y desafío da lugar a una experiencia competitiva, aunque relajada.

Aunque Pocket Drift puede parecer una carrera tranquila al principio, no te dejes engañar: cada pista te obligará a mejorar tu técnica de derrape. Eso sí, ¿Sabes cuál es el coche favorito de un fantasma? ¡El Booooo-gatti! Una broma tonta que podría haber salido de algún jugador mientras se enfrentaba a una curva particularmente difícil. En resumen, es un juego que captura esa sensación de riesgo y recompensa que buscan los fans de las carreras.